El COVID-19 provoca inflamación en el cerebro

Viernes 10 de junio de 2022

Desde hace dos años el virus SARS-CoV-2 ha infectado a millones de personas en distintas regiones del planeta y ha cobrado la vida de muchas de ellas al provocarles el tipo grave de la enfermedad COVID-19. Desde la identificación del virus, la comunidad científica mundial ha situado sus esfuerzos en estudiarlo, para comprender sus características, el mecanismo de infección y los síntomas y secuelas que la enfermedad produce. Si bien, se sabe que el virus afecta principalmente al sistema respiratorio, un grupo de científicos descubrió que los pacientes infectados pueden sufrir síntomas neurológicos.

Diversos estudios han demostrado que los pacientes con COVID-19 pueden sufrir síntomas neurológicos y psiquiátricos que van desde la pérdida de olfato y el dolor de cabeza hasta la encefalitis y el derrame cerebral. Estos síntomas son más frecuentes en los pacientes que están hospitalizados y pueden persistir como «COVID largo», el cual consiste en «niebla cerebral», dificultad para concentrarse y fatiga. Para comprender los cambios neurológicos que pueden contribuir a los síntomas de los pacientes con COVID-19, se necesitan enfoques celulares y moleculares, ya que la neuropatología puede surgir de la invasión directa del virus o indirectamente de la infección periférica y su respuesta inmunitaria.

Para realizar esta investigación con dicho enfoque, los científicos perfilaron 65.309 transcriptomas de un solo núcleo de 30 muestras de corteza frontal y plexo coroideo de 14 individuos de control (incluyendo 1 paciente con gripe terminal) y 8 pacientes con COVID-19.

La señalización sináptica de las neuronas excitadoras de la capa superior, que están relacionadas con la función cognitiva, se ven afectadas preferentemente por el COVID-19. Los científicos no encontraron rastros moleculares del virus en el cerebro, pero observaron perturbaciones celulares que indican que las células de barrera del plexo coroideo perciben y transmiten una inflamación periférica al cerebro y muestran que células T periféricas influyen en el parénquima. Cabe considerar que la infiltración aberrante de células T en el cerebro de ratones, ha sido reportada previamente como suficiente para promover la neuroinflamación y dañar la neurogénesis.

Por otro lado, los investigadores descubrieron subpoblaciones de microglía y astrocitos asociadas al COVID-19, que comparten características de estados celulares patológicos que se han descrito previamente en enfermedades neurodegenerativas humanas. Aunque las perturbaciones neuronales provocadas por el COVID-19 fueron únicas en comparación con las de las enfermedades crónicas del SNC, los datos sugieren que puede resumir parcialmente los procesos patológicos de varias enfermedades del SNC.

Una de las limitaciones de este estudio, fue que la mayoría de los tejidos cerebrales post-mortem de los individuos con COVID-19 se conservaron inadecuadamente o se almacenaron inmediatamente por razones de seguridad y normativas, por lo que hay una escasez de tejido de alta calidad disponible para los estudios moleculares. Además, aunque los investigadores no detectaron el virus SARS-CoV-2 en el plexo coroideo ni en la corteza, no pueden excluir la posibilidad de una neuroinvasión anterior que haya sido eliminada posteriormente.

Se sabe que existe un precedente de infecciones virales agudas que causan inflamación y disfunción a largo plazo que predisponen a los individuos a padecer enfermedades neurodegenerativas. Los científicos señalan que será importante estudiar cómo los procesos moleculares dilucidados en su investigación contribuyen a los síntomas y déficits neurológicos provocados por el COVID-19 que conocemos hasta ahora, y a los que puedan surgir en los próximos años.

Fuente: Yang, A. C., Kern, F., Losada, P. M., Agam, M. R., Maat, C. A., Schmartz, G. P., ... & Wyss-Coray, T. (2021). Dysregulation of brain and choroid plexus cell types in severe COVID-19. Nature, 595(7868), 565-571.

Glosario

  • Células o linfocitos T: Son un tipo de glóbulo blanco que forman parte del sistema inmunitario y se desarrollan a partir de células madre en la médula ósea. Su función es proteger al cuerpo de las infecciones y pueden ayudar a combatir el cáncer. En el cerebro de individuos sanos, las células T solo están presentes de forma esporádica en el parénquima y en el espacio perivascular.
  • Corteza o lóbulo frontal: Es el lóbulo del cerebro situado en la parte delantera de los hemisferios cerebrales. Contiene la corteza motora primaria y es responsable de las funciones cognitivas superiores, como la memoria, las emociones, el control de los impulsos, la resolución de problemas, la interacción social y la función motora.
  • Niebla cerebral: Es una alteración del cerebro que provoca síntomas diversos y pueden incluir empeoramiento de la memoria a corto y largo plazo, falta de la capacidad para la concentración, alteración del lenguaje receptivo, dificultad con la función ejecutiva, insomnio, migraña, síntomas neuropáticos, entre otros.
  • Parénquima cerebral: Se refiere al tejido funcional del cerebro que está formado por los dos tipos de células cerebrales, las neuronas y las células gliales. También se sabe que contiene proteínas de colágeno. El daño o el traumatismo del parénquima cerebral suele provocar la pérdida de la capacidad cognitiva o incluso la muerte.
  • Plexo coroideo: Epitelio especializado del sistema ventricular que produce líquido cefalorraquídeo.
  • Transcriptoma: Es una colección de todas las lecturas de genes presentes en una célula.

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